Diocesis de Celaya:
Home » » Reflexión sobre la Solemnidad de la Ascensión del Señor. La esperanza del Cielo llenará de alegría nuestro caminar.

Reflexión sobre la Solemnidad de la Ascensión del Señor. La esperanza del Cielo llenará de alegría nuestro caminar.

Enviado por Unknown el sábado, 31 de mayo de 2014 | 8:24 p.m.


¡TE VAS, SEÑOR, PERO NO NOS DEJES!
Oh, Señor, gracias por tus palabras que  nos dieron vida
y por tu mano que nos regalaron la salud.
Oh, Señor, gracias por tus gestos
que nos hicieron pensar en la Salvación  de Dios,
y, por tus ojos, que nos llevaron a  rumiar en lo eterno.
Gracias, Señor, por tus caminos,
que nos hicieron abandonar los nuestros,
egoístas y perdidos en sí mismos,
o colapsados del polvo, mentira y  tristeza.
Después de tu tiempo, marcha Señor hacia  el cielo
pero, desde las alturas, no dejes de  guiarnos.
Que, nuestras voces, necesitarán de tu  voz
que, nuestros pies, pedirán impulso de tu  Espíritu
que, nuestro corazón, reclamará amor de  tu Amor.

¡MARCHA, SEÑOR, PERO ACOMPÁÑANOS!
Que, en tu Ascensión, queremos agarrarnos  nosotros
para compartir y ansiar la eternidad.
Que, en tu Ascensión, nos dejas pistas y  senderos
que conducen hacia esa Ciudad de Dios.
Que, después de tu trabajo valiente y  sincero
mereces ser coronado y festejado,
en ese lugar cerca del Padre, en estancia  feliz del cielo.

¡MARCHA, SEÑOR, PERO ACOMPÁÑANOS!
Que, sin tu mirada, nuestras miradas  caerán hacia el suelo.
Que, sin tu mano, nuestros ideales se  cruzarán de brazos.
Que, sin tus palabras, nuestros labios se  cerrarán en dique seco.
Que, sin tu corazón, nuestros amores  serán necios o mezquinos.

¡MARCHA, SEÑOR, PERO ACOMPÁÑANOS!
No te decimos, Señor, adiós sino ¡hasta  pronto!
Porque, bien sabemos, amigo y Señor,
que todo lo que dices o prometes, siempre  cumples.
Que, tarde o temprano, de mañana o en la  oscura noche
vendrás, regresarás en definitiva vuelta  hasta nosotros,
para que se cumpla, de una vez para  siempre,
la Salvación que todos creemos, rezamos,  añoramos y esperamos.
¡MARCHA, SEÑOR, PERO NO TE OLVIDES DE NOSOTROS! Amén.



Comparte este envio :

Publicar un comentario