Jóvenes, paz y
bien:
Dios nos forma a través de las caídas. A través de ellas nos enseña y nos moldea a su imagen y semejanza. Todos los cristiano, estamos llamados a no rendirnos y a confiar plena y totalmente en Dios. Para esto será necesario no lamentarnos por las caídas, problemas y situaciones adversas, sino aprender a alabar y a bendecir al Señor aún en medio de las más duras tormentas, sabiendo que Él tiene todo bajo control y que si bien es cierto que puede estarnos doliendo la prueba, pronto descubriremos que Dios lo permitió para bien. Cada vez que nos encontremos pasando por una prueba o por un dolo recordemos las palabras del Señor en la S. Escritura: "Todo cuanto sucede es para bien de los que aman a Cristo" (Romanos 8,28). ¡¡Animo jóvenes!!
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