Juan María Vianney nació en
Francia de padres campesinos pobres. Aprendió a leer hasta los 18 años con la
guía de su párroco, quien lo ayudó a ingresar al Seminario. Ordenado sacerdote
en 1815, fue nombrado párroco del pequeño pueblo de Ars.
Uniéndose a Dios con oración y
penitencia, se entregó por a servir a su comunidad, anunciando y testimoniando el
Evangelio, confesando, celebrando la Misa y los demás sacramentos, orientando a
los fieles mediante la dirección espiritual, organizando misiones y obras de
educación, promoción humana y caridad. Así transformó a Ars de tal manera que
su fama se extendió; diariamente llegaban cientos de peregrinos a pedir su
consejo. El Padre Vianney dedicaba hasta dieciocho horas a confesar a la gente.
“El Sacerdocio
es el amor del corazón de Jesús”, repetía con frecuencia san Juan
María, quien fue llamado a la vida eterna el 4 de agosto de l859. Canonizado en
1925, en 1929 fue proclamado patrono del clero parroquial. Felicitemos a los
párrocos y vicarios; oremos por ellos, valoremos su entrega y colaboremos en
nuestra parroquia.
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