Estimado jóven:
Difícil no es lo mismo que imposible. Difícil nos presupone un reto a vencer. "Imposible" nos deja sin manera alguna de luchar. Los invitamos a ver cada dificultad como un nuevo reto y no como una desesperanza, pues están llamados por Dios y Él no se equivoca al elegir a aquellos que han de ser ministros de su amor y de su Reino. Animo. No tengan miedo!
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