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Palabras vocacionales

Enviado por Unknown el viernes, 21 de marzo de 2014 | 8:40 p.m.



Querido joven en este tiempo de la cuaresma es importante interrogarse sobre el sentido auténtico de la existencia y de preguntarse: « ¿Estoy satisfecho de mi vida? ¿Me falta algo? Mi estimado joven tal vez estás viviendo situaciones de inestabilidad, de confusión o de sufrimiento, que te llevan a desear una vida que no sea mediocre y a preguntarse: ¿Qué es una vida plena? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cuál puede ser mi proyecto de vida? «¿Qué he de hacer para que mi vida tenga pleno valor y pleno sentido?». ¡No tengas miedo a enfrentarse con estas preguntas! Ya que más que causar angustia, expresan las grandes aspiraciones que hay en su corazón. Por eso hay que escucharlas. Esperan respuestas que no sean superficiales, sino capaces de satisfacer vuestras auténticas esperanzas de vida y de felicidad. Para descubrir el proyecto de vida que realmente les puede hacer felices, ponte a la escucha de Dios, que tiene un designio de amor para cada uno. No tengas miedo de decirle con confianza a Jesús: «Señor, ¿cuál es tu designio de Creador y de Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo cumplirla». Ten la seguridad de que te responderá. ¡No tengan miedo de su respuesta! «Dios es mayor que nuestra conciencia y lo sabe todo» (1Jn 3,20). Fr. Javier Gordillo Arellano,OFM.
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22 de marzo de 2014, 12:10 a.m.

PAZ Y BIEN :Éste es el día del Señor.
Éste es el tiempo de la misericordia.

Delante de tus ojos
ya no enrojeceremos
a causa del antiguo
pecado de tu pueblo.

Arrancarás de cuajo
el corazón soberbio
y harás un pueblo humilde
de corazón sincero.

En medio de las gentes
nos guardas como un resto
para cantar tus obras
y adelantar tu reino.

Seremos raza nueva
para los cielos nuevos;
sacerdotal estirpe,
según tu Primogénito.

Caerán los opresores
y exultarán los siervos;
los hijos del oprobio
serán tus herederos.

Señalarás entonces
el día del regreso
para los que comían
su pan en el destierro.

¡Exulten mis entrañas!
¡Alégrese mi pueblo!
Porque el Señor que es justo
revoca sus decretos:

La salvación se anuncia
donde acechó el infierno,
porque el Señor habita
en medio de su pueblo.

o bien:



En tierra extraña peregrinos
con esperanza caminamos,
que, si arduos son nuestros caminos,
sabemos bien a dónde vamos.

En el desierto un alto hacemos,
es el Señor quien nos convida,
aquí comemos y bebemos
el pan y el vino de la Vida.

Para el camino se nos queda
entre las manos, guiadora,
la cruz, bordón, que es la venera
y es la bandera triunfadora.

Entre el dolor y la alegría,
con Cristo avanza en su andadura
un hombre, un pobre que confía
y busca la ciudad futura. Amén.

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