San Francisco, nuestro fundador

Nuestro fundador es San Francisco de Asís, quien nació en 1181 en la ciudad de Asís, Italia. Sus Padres fueron Pedro Bernardone y Madona Pica. Francisco era de joven una persona muy alegre, entusiasta, carismática, líder, amigo de las fiestas y parrandas en su ciudad. Como todo joven de la clase alta de su tiempo, su deseo era pelear en las cruzadas y ser coronado como caballero, aspiración que no logra, pues es apresado. Tras este acóntecimiento Francisco reflexiona acerca de su vida, y poco después decide buscar a Dios.

En ésta búsqueda no sólo encontró a Dios, sino que también se encontró a si mismo y a los otros, quienes más tarde se convirtieron en sus hijos predilectos y ante los cuales fue su padre espiritual.
En 1206 renunció públicamente a sus riquezas y a todos los bienes. A partir de ese momento vivió confiado en la providencia de Dios y se fue a vivir con los más pobres. Tomó como Regla de Vida el Santo Evangelio, Regla que en 1209 fue aprobada oralmente por el Papa Inocencio III.

Por su vida de santidad y de pobreza radical, lo siguió mucha gente quienes deseaban vivir como él, en pobreza, castidad y obediencia a la Santa Iglesia Romana. Por ello, fundo tres Órdenes: La primera: de los Frailes Menores (OFM); la segunda: la de las hermanas Clarisas (OSC) y la tercera, la de los hermanos Seglares (OFS). Cada una de estas Órdenes con su propia Regla de Vida, pero teniendo en común la vivencia del Santo Evangelio y el seguimiento radical a Cristo pobre y crucificado.

En 1224 dos años antes de morir, Francisco recibe el regalo de los estigmas, asemejándose así, en todo a Cristo. Finalmente, muere en Asís, el 3 de octubre de 1226. Fue canonizado el 16 de julio por el Papa Gregorio IX. Sus restos descansan en la Basílica de San Francisco, en la ciudad de Asís, Italia.