Diocesis de Celaya:
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“¡Les he dicho estas cosas para que tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulación. Pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo”(Jn. 16,33)

Enviado por Unknown el miércoles, 26 de marzo de 2014 | 3:08 p.m.



“¡Les  he dicho estas cosas para que tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulación. Pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo”(Jn. 16,33)

Joven Paz y bien:
Te saludo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que es nuestra paz. Ante los tiempos difíciles y los sucesos recientes donde la violencia ha sucumbido a varios jóvenes de nuestro país, extiendo mis más sentidas condolencias a todos sus familiares y amigos afectados por esos hechos de dolor y sufrimiento.
Como jóvenes católicos no podemos aceptar la cultura de la muerte, que desde hace tiempo se ha instalado en nuestro país, cuando somos promotores del amor a la vida, regalo único e irrepetible de Dios.

A través de este mensaje te quiero dar una palabra de esperanza aquellos jóvenes que viven con miedo, angustia e indignación por los acontecimientos violentos que afectan a nuestro país y a nuestros municipios.

Jesús el Buen Pastor, nos enseña cuál es la esencia y fuente de la vida: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” Jn 10,10. Estamos convencidos de que Dios los ha recogido de su mano pues las almas de los justos gozan de su presencia (Sab. 3,1). Su muerte es en realidad el principio de una vida en plenitud.
No es voluntad de Dios que sus hijos mueran de esta manera sino que es consecuencia de diversos factores que aquejan a la sociedad: corrupción, impunidad, falta de oportunidades y el afán de poder que nos ha llevado a perder el respeto por la dignidad de toda persona humana y la capacidad de vernos como hermanos.

Invito a todos los jóvenes a asumir una verdadera corresponsabilidad social capaz de reconstruir los tejidos sociales, dejando atrás actitudes pasivas y complacientes, exigiendo a aquellos que ocupan un puesto público que no eludan su responsabilidad y que actúen de inmediato y de manera efectiva, dejando a un lado intereses personales. A los funcionarios los invitamos a no olvidar que la esencia de su cargo es velar por el bienestar y seguridad de las personas.

Consientes que ante las circunstancias adversas que vivimos la unidad nos hace más fuertes, como Iglesia queremos refrendar nuestra opción preferencial por los jóvenes destinando nuestros mejores esfuerzos para presentar a las nuevas generaciones un Cristo vivo que los llama a la plenitud de su existencia, pues sólo en Cristo el hombre encuentra su verdadera vocación.

Me despido con las palabras del Beato Juan Pablo II: “Jóvenes, no destruyan sus cualidades y valores poniéndolos al servicio del mal, que existe en nuestra ciudad; no se dejen engañar por estos poderes que pretenden convertirlos en títeres e instrumentos fácilmente manipulables al servicio de una cultura si horizontes.
No caigan en la tentación de desperdiciar el precioso don de la vida, con el poder de la droga destructora y asesina, la fuerza cegadora del comodismo, placer o la prepotencia irracional de la violencia. ¡Con Cristo sean fuetes!”.

Fraternalmente,
Fr. Javier Gordillo Arellano, oFM.

Promotor Vocacional de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán.
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